con tacto

Esto pretende ser una Oda al contacto físico, a los masajes, a las caricias, a los abrazos piel con piel.
Al tacto.
Al con-tacto.
Es tan necesario como el comer, como el respirar.

Y se nos olvida lo importante que es con frecuencia.
A menudo anestesiamos esta certeza para sobrevivir. 
Mas, ni adornar tu jaula te hace libre ni meter las pelusas debajo de la alfombra te hace tener una habitación limpia.

Puede que tengamos cierta ansiedad y nos de por comer galletas. O lo que sea. 
Puede que pensemos que es por que vivimos estresados y que el gluten es adictivo. Y el azúcar. 
Y lo son.

Y un día...
Alguien nos toca de verdad. Alguien está plenamente en presencia a tu lado o frente a ti y te acaricia, masajea o abraza.
Y se te para el mundo. Y por arte de magia se abre paso el silencio interior y eres presencia bajo sus dedos, o entre sus brazos.
Y en las yemas de tus dedos, vives, lo ocupas todo con tu presencia. Y tocas o abrazas como si no existiese nada más en el planeta.

Y se te caen todas las defensas. 
Recuerdas todo en un instante.
De esos que no sabes si reír de alegría por el instante o llorar de pena por lo poco frecuente.

Y tocar, lo imprescindible que es tocar. Acariciar, abrazar, masajear.

Uno se encuentra a sí mismo en el contacto.

La piel del otro te muestra tus límites, 
las actualizaciones fluyen en ambos, 
la vida pulsa silenciosa.

Gracias gracias gracias

Creemos lo que deseamos. 
No puedo construirme una torre Eiffel en el comedor de casa, mas puedo abrirme a tocar y ser tocado en presencia.

Uno de los máximos gozos del ser humano: el Tacto. 
El Con-Tacto. 
Honremos lo.