Vivir eco-lógicamente
es ser conscientes de que todo está conectado.
Vivir de una manera ecológica es vivir siendo consciente de las repercusiones de tus actos en la Vida, en el planeta, en Gaia, y actuar conseqüentemente de la forma que intuyes y sabes favorece a la mejor conservación de ésta.
Vivir de una manera ecológica es evitar conscientemente aquello que va en contra de la vida,
la dificulta o la destruye.
Vivir ecológicamente es cooperar con uno mismo, con todos los seres que cohabitan en este planeta Tierra, cooperar con la vida, con Gaia.
Es tener en cuenta nuestra famosa "huella ecológica" (o huella anti-ecológica), cada paso que das deja una marca en la tierra, tiene una repercusión aunque no te gires a observarlo.
Es vivir cuidando este tesoro maravilloso que es la Vida, preservando el Planeta, manteniéndolo bello y sano.
Vivir ecológicamente incluye simplificar nuestras necesidades,
quedarnos con las más auténticas y satisfacerlas de la manera más respetuosa posible para con el mundo que nos rodea.
Es desaprender muchas cosas y aprender otras.
Es escucharse verdaderamente en medio de tanta información y publicidad para el consumo donde se priorizan las ventas por encima de la salud o la vida.
es ser conscientes de que todo está conectado.
Vivir de una manera ecológica es vivir siendo consciente de las repercusiones de tus actos en la Vida, en el planeta, en Gaia, y actuar conseqüentemente de la forma que intuyes y sabes favorece a la mejor conservación de ésta.
Vivir de una manera ecológica es evitar conscientemente aquello que va en contra de la vida,
la dificulta o la destruye.
Vivir ecológicamente es cooperar con uno mismo, con todos los seres que cohabitan en este planeta Tierra, cooperar con la vida, con Gaia.
Es tener en cuenta nuestra famosa "huella ecológica" (o huella anti-ecológica), cada paso que das deja una marca en la tierra, tiene una repercusión aunque no te gires a observarlo.
Es vivir cuidando este tesoro maravilloso que es la Vida, preservando el Planeta, manteniéndolo bello y sano.
Vivir ecológicamente incluye simplificar nuestras necesidades,
quedarnos con las más auténticas y satisfacerlas de la manera más respetuosa posible para con el mundo que nos rodea.
Es desaprender muchas cosas y aprender otras.
Es escucharse verdaderamente en medio de tanta información y publicidad para el consumo donde se priorizan las ventas por encima de la salud o la vida.
Para alimentarnos ecológicamente...
Escogemos alimentos nutritivos y poco o nada procesados, cultivados o recolectados de forma cuidadosa y amable para con la tierra, los bosques y todos los demás seres vivos del Planeta.
Libres de conservantes, pesticidas y transgénicos. Escogemos alimentos de temporada, poco o nada envasados, de proximidad. La cadena de personas que hace que el alimento llegue a tus manos es corta y tiene unas condiciones laborales agradables y sanas.
Hay diversos sellos en cada pais que se otorgan a las empresas que cumplen todos estos requisitos. Los pequeños productores con frecuencia no pueden pagar estos sellos para sus alimentos aunque cumplan todos los requisitos, a cambio suelen ofrecer un trato amable y próximo que puede ayudar a confiar en ellos.
Huertos compartidos
es una iniciativa, impulsada desde la asociación Reforesta, que pone en contacto a personas que quieren cultivar un huerto y propietarios con terrenos.
Hay diferentes modalidades de huertos y condiciones, tanto para personas con experiencia como para las que no. Eso sí, debe ser agricultura ecológica.
www.huertoscompartidos.com
es una iniciativa, impulsada desde la asociación Reforesta, que pone en contacto a personas que quieren cultivar un huerto y propietarios con terrenos.
Hay diferentes modalidades de huertos y condiciones, tanto para personas con experiencia como para las que no. Eso sí, debe ser agricultura ecológica.
www.huertoscompartidos.com
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Para vestirnos ecológicamente...
Escogemos prendas de vestir confeccionadas con fibras naturales que han sido plantadas, cuidadas y recolectadas de forma cuidadosa y amable para con la tierra, los bosques, y todos los demás seres vivos del Planeta. Todo el proceso de transformación de dichas fibras en la prenda final que escoges vestir respeta la vida, usa la menor cantidad de agua posible y tintes naturales. Está confeccionada cerca de ti, la cadena de personas que hacen posible que adquieras esa ropa es corta, y todas esas personas tienen unas condiciones laborales agradables y sanas.
Hay diversos sellos en cada pais que se otorgan a las empresas que cumplen estos requisitos. Los pequeños artesanos y artesanas locales a veces no tienen estos sellos por su elevado coste, a cambio pueden ofrecer un trato directo y amable, pudiendo explicar su filosofía de empresa directamente y esto ayudar a conocer y confiar en sus productos.
Escogemos prendas de vestir confeccionadas con fibras naturales que han sido plantadas, cuidadas y recolectadas de forma cuidadosa y amable para con la tierra, los bosques, y todos los demás seres vivos del Planeta. Todo el proceso de transformación de dichas fibras en la prenda final que escoges vestir respeta la vida, usa la menor cantidad de agua posible y tintes naturales. Está confeccionada cerca de ti, la cadena de personas que hacen posible que adquieras esa ropa es corta, y todas esas personas tienen unas condiciones laborales agradables y sanas.
Hay diversos sellos en cada pais que se otorgan a las empresas que cumplen estos requisitos. Los pequeños artesanos y artesanas locales a veces no tienen estos sellos por su elevado coste, a cambio pueden ofrecer un trato directo y amable, pudiendo explicar su filosofía de empresa directamente y esto ayudar a conocer y confiar en sus productos.
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Para calzarnos ecológicamente...
Escogemos calzados hechos cerca nuestro si es posible, por pequeñas empresas o cooperativas, con tejidos naturales cultivados con parámetros que cuidan la vida en el planeta, con tintes naturales y cauchos reciclados y/o sin derivados del petróleo, ni animales.
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Parece difícil, a veces parece casi imposible,
que todo viene de China, fabricado sin escrúpulos éticos y que no podemos hacer nada más que comprar esos productos.
Sí podemos.
Reduciendo nuestra necesidad de consumo a lo realmente necesario para vivir de forma cómoda y sencilla,
buscando activamente empresas pequeñas locales y artesanos que nos ofrezcan garantías de sustentabilidad y ética.
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Para un hogar ecológico...
Escogemos pocos muebles, bien pensados por su utilidad práctica para nosotros, fabricados con maderas que tienen un certificado de sustentabilidad, o hechos con madera reciclada por artesanos locales, así como el resto de materiales que escogemos desde las sábanas hasta la vajilla tiene un criterio de selección que apoye y mantenga la salud del planeta.
También podemos optar por la reutilización y transformación de muebles ya usados.
Podemos mirar con consciencia cada detalle: la pintura de la pared, el parquet, el tipo de calefacción...
Para la limpieza del hogar escogemos productos con certificación ecológica, sin químicos peligrosos para la salud, a ser posible fabricados cerca nuestro o nos fabricamos nosotros mismos algunos productos para este fin.
Tenemos en cuenta el campo electromagnético que se crea en nuestro hogar y ponemos sólo los enchufes necesarios estudiando su ubicación, luces y electrodomésticos de bajo consumo, que apagamos cuando no usamos, cambiamos de aparatos electrónicos cuando es realmente necesario. Analizando si nuestras necesidades son nuestras o las hemos adquirido tras mucho bombardeo de publicidad. Llevamos al punto verde de recogida los equipos electrónicos que ya no sirven.
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Un cuidado personal ecológico...
Buscamos los mismos requisitos éticos y medioambientales para comprar y aplicarnos una crema en la cara, un champú, una loción para después del afeitado o una crema dental... De nuevo hay sellos que nos "facilitan" el trabajo de selección de estos productos "ECO", y de nuevo una búsqueda local, consciente, nos hace llegar a aquellos productos que realmente cuidan la vida en el planeta en cada momento de su elaboración incluido el cultivo y recolección de sus materias primas y las condiciones laborales de todas las personas implicadas.
Además podemos escoger la autofabricación de algunos de estos productos de higiene personal, escogiendo sus componentes con los mismos criterios de sustentabilidad de la Vida.
Un cuidado personal ecológico...
Buscamos los mismos requisitos éticos y medioambientales para comprar y aplicarnos una crema en la cara, un champú, una loción para después del afeitado o una crema dental... De nuevo hay sellos que nos "facilitan" el trabajo de selección de estos productos "ECO", y de nuevo una búsqueda local, consciente, nos hace llegar a aquellos productos que realmente cuidan la vida en el planeta en cada momento de su elaboración incluido el cultivo y recolección de sus materias primas y las condiciones laborales de todas las personas implicadas.
Además podemos escoger la autofabricación de algunos de estos productos de higiene personal, escogiendo sus componentes con los mismos criterios de sustentabilidad de la Vida.
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Para viajar y transportarnos ecológicamente...
Nos sacudimos la pereza, nos activamos, y vamos andando y paseando a donde lleguen nuestros pies, o disfrutamos de movernos en bicicleta a cualquier lugar.
En trayectos largos el transporte público tiene un impacto ambiental menor que los cientos de coches que sustituye y escogemos con consciencia en qué momentos usamos un coche. Hay webs en internet para compartir trayectos cortos y largos.
En caso de escoger tener coche por nuestras necesidades específicas, lo mantenemos en buen estado de motor y lo cambiamos sólo cuando realmente es necesario.
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LAS TRES eRRRes ecológicas
Nos ayudan en el tipo de sociedad en la que vivimos:
reducir, reutilizar, reciclar.
Campañas de concienciación Gaiática.
Animales, todos queremos vivir!