Me encanta ese momento donde te juntas con alguien que no conoces y en silencio, abres la escucha propia y mutua, sincronizando los pulsos, y dejas que lentamente y de manera espontánea nazca un movimiento único y nuevo, que os acune a ambos, fruto de la energía generada en el encuentro y de la historia de cada uno, y lo que esta vivo ahora en cada uno. Bailar también es una conversación. Contigo Y con el otro ser humano Es un idioma universal cuyo único requisito es la escucha propia y mutua. En la danza con alguien, la intimidad puede aparecer aún antes del primer movimiento. (Y puede no suceder) Escuchar todo lo que te sucede por estar cerca de ese otro ser humano, permitirlo, darle espacio, ser honesta con una misma, mostrarte despojada de más intención que la escucha... Si te encuentras con otro ser humano haciendo esto mismo... Aleluya Brillo Foto: @requenalaura Cuando mi intuición me dice que vaya a algún lugar No se lo cuestiono ni le pido garantías Voy En plena confianza Con frecuencia me doy cuenta de que hay algo en proceso de materializarse.
Como estos días... Es una certeza intangible de que algo está aquí, a mi alrededor, dentro de mi, formándose. Siento su presencia, noto su contacto, y me mantengo en conexión con “eso” sin esfuerzo, sin pensar, apenas lo olvido lo siento de nuevo con fuerza... capta mi atención Necesita mi presencia y abertura para formarse Sólo eso No debo hacer mucho más Ser presencia y abertura Escuchar atentamente, silenciada Para poder colaborar Disponible Es una pulsación Algo que brota Que está en proceso de ser visible y tangible Y aún no Y tan real Una gestación Que no es exactamente mía Al inicio, los primeros días de empezar a sentir la presencia de eso que pulsa por materializarse... Tan sólo es pulsión clara Sutil y nítida Y con los días voy entendiendo su forma y deseo aún antes de verla ni en lo más mínimo Llega un día que la percibo totalmente conformada, palpable a veces me entra la prisa, porque no te materializas ya si prácticamente estás ya aquí? Me silencio para acoger su ritmo propio Y en silencio acuno y respiro Y permito las actualizaciones sutiles necesarias en mi para ofrecer un puente más despejado y fluido Es un parto cósmico Los últimos días a veces se hacen largos A veces dudo y a veces tengo miedo A menudo los disfruto, esos últimos días Deleitándome en esa sensación de certeza que me llena cada célula feliz de lo que está por llegar Confianza plena Cuando acontece Me maravillo No hay sorpresa Hay amor a borbotones La confianza y la abertura se expanden Ahora toca relacionarse con lo recién parido Honrarlo Y seguir al servicio La intimidad nace de mostrar la vulnerabilidad y el brillo propio exactamente en la medida que es. Cambiante. Es abrirse a vivir lo propio sin autoengaños ni distracciones y sostenerse abierto mostrando al otro la desnuda verdad del momento. En plena confianza. Incluso temblando. En plena confianza. No de lo que va a pasar. Si no de nuestra propia abertura. La intimidad empieza con uno mismo. Creo que otro mundo es posible, otra forma de ser humanidad. Yo creo otro mundo posible. Lo creo en cada gesto escogido y en cada aliento habitado. Una realidad no impide la otra. Libre albedrío de escoger en qué realidad vives. Libre de crear lo que te de la gana de crear. Yo creo un mundo donde donde los seres humanos nos mantenemos conectados al deseo de la vida que fluye a través de nuestro cuerpo, aquel pulso natural que nos hace sentir ganas de contribuir con los demás y con la vida misma, y sentir placer en cada dicha ajena, ya que propia, ya que somos. Uno. Vida pulsante. Y tu, qué mundo crees posible? Qué mundo creas? En ti Humanidad El Amor es impersonal El amor no se acaba. Nuestra “parte” personal lo enfoca hacia alguien o algo y llega a confundirse pensando que ese amor es fruto de y para Eso que enfocamos nuestra mirada miope. Todo lo que está materializado a nuestro alrededor, cerca o lejos, es susceptible y es oportunidad de derramar el amor que nos atraviesa y bañar con él este mundo. Oportunidad que no deber. Libre albedrío. Tenemos la suerte además de poder derramar y ofrecer el amor que nos atraviesa a cosas que no son cosas, que no tienen cuerpo o materia, que son sutiles. El amor no es nuestro. El amor no se acaba. Nos atraviesa y podemos enfocar el chorro de nuestra manguera hacia donde queramos, dentro, fuera, arriba abajo, un plano, otro, chorro amplio, chorro fino... La manguera no es el amor en si. Es el vehículo, nuestra manera personal y limitada de enfocar, regalar y bendecir el mundo. Abrir la mirada es expandir nuestro mundo susceptible de ser bañado por el amor que nos atraviesa. . El sublime placer de recibir Recibir rindiéndose Ser abertura gozosa El sublime placer de ofrecer Ofrecer rindiéndose Ser fuente gozosa Percibir los sutiles cambios que te llevan de un lado al otro Dejar que suceda lo que sucede Estar al servicio de lo que sucede En ti Y lo que sucede más allá de ti En él O en ella Honrar cualquier ofrenda siendo presencia Si un instante te sorprendes siendo penetrada por un pequeño rio o un caudaloso torrente de amor,
ese amor impersonal y luminoso de esos que se filtran por una grieta espontánea en medio del pecho, páralo todo y abre de par en par todas las compuertas, ríndete a ser inundada, atravesada por un rio inmenso, un chorro apoteósico, Flexibiliza todas tus células, suéltalo todo y se la apertura por donde entra todo el Amor a este mundo Disponte al hermoso servicio de chorrear de amor la humanidad entera en un instante. Cuando mengue el caudal No estés triste Has sido bendecida Afortunada tu que siempre más podrás revivir ese instante en tu memoria Afortunados los que te rodean que se verán dulcemente salpicados y refrescados. El camino de ser abertura está al alcance de tu expiración. Ahora más cerca que nunca. Abrirse a la escucha es prepararse para ser tierra fértil donde pueda brotar aquello que la vida desea. El arma de dominación y castración creativa más eficaz que conozco es sembrar el miedo a no tener lo suficiente para comer y vivir con las condiciones mínimas de confort y seguridad. Tu y los tuyos, yo y los míos. Tener hijos a cargo suele agravar los síntomas.
Este Miedo nos lleva a la creencia de que hay que trabajar para vivir. Hacer cualquier cosa para generar dinero para no sufrir. Castrar el impulso creador en pro de sobrevivir. Este miedo es inculcado y aspirado de múltiples maneras y es el cemento que todo lo amalgama y que aguanta la estructura social actual y permite su expansión. Destruye cada día la confianza en la vida y nos hace sordos a sus mensajes sutiles. Contra la sordera aprendida Está la escucha escogida Es un antídoto que requiere entrenamiento y perseverancia. La escucha hay que escogerla cada día, no vendrá a sorprendernos su nitidez mientras nos distraemos con esto o aquello. La escucha requiere decisión y práctica. Y la práctica en algún momento requiere de fe. Porque no hay botón que active la escucha clara. La fe consiste en crear y sostener el espacio interior donde la escucha pueda acontecer sin garantía ninguna de que esto vaya a suceder. Y mantenernos en ese espacio y con esa atención vacía el tiempo que sea. Quizá íntimamente temblando de miedo por estar en un espacio de incertidumbre donde no sabemos nada y donde el tiempo pierde el tempo conocido... Un espacio donde la productividad personal mundana peligra gravemente y pierde importancia... Un espacio abierto al giro espontáneo que puede hacer caer cualquier construcción que no sea sostenida por el amor. Un latido de vida atravesándonos se percibe nítidamente y nos reconforta. Nos anima a mantenernos abiertos en escucha, confiantes de que ese silencio contiene ya lo que desea manifestarse y materializarse, y que nuestra abertura es un puente que facilita el tránsito hacia la materia de aquello que pulsa y prepara su germinación. Abrirse a la escucha es prepararse para ser tierra fértil donde pueda brotar aquello que la vida desea. Y nosotros, no somos seres separados de la vida. No es lo que yo, persona, deseo. No es lo que la Vida, aquella ajena, desea. Es el Pulso de la vida que nos atraviesa y nos conforma. Por el camino, las evidencias son tan claras que la fe se vuelve algo más tangible y menos teórico. La práctica se apoya en la certeza vívida de estar posada suavemente, como un pájaro, en el alféizar de la ventana que aparentemente separa dos realidades: aquello que pulsa por brotar y el campo donde todo brota y se materializa. Me mantengo amorosamente atenta a darme cuenta de cuantas veces me identifique con restos de cemento y otros materiales sociales que no me interesan en mi jardín, para retirarlos de inmediato, las veces que haga falta. Yo decido los materiales con los que construyo mi paraíso en la tierra y me re-creo escogiéndolos. No pretendo llegar a un estadio donde no me afecte nunca más todo aquello que me ha dado de mamar y aquellas convenciones que me rodean. Deseo y decido estar atenta a lo que me Sirve sirviendo a la Vida, a escoger el material para construir lo que me plazca en mi propio jardín, a otorgarme el papel principal de escultora, diseñadora, arquitecta y jardinera de mi realidad, y a limpiar cualquier material que vaya apareciendo por el camino, reminiscencia de esa otra realidad, que también existe y con la que convivo en paz, donde las leyes y las verdades las escriben otros. Puede que para crear el jardín de tus sueños necesites realizar todo un proceso de limpieza y creación, puede que parezca una empresa ardua y costosa, y que pienses que requiere demasiado tiempo hasta llegar a pensar que no vale la pena. Desde luego que vale la alegría, vale la paz y vale el amor. La pena llega al escuchar el pulso de la creación que desea brotar a través tuyo y cerrarle las puertas por miedo a perder lo conocido, por vértigo, o miedo a fracasar por el camino. Desde el lugar donde estamos, sin prisa ni distracciones, posados en esa fina linea que supuestamente separa nuestro entorno y ese vasto espacio de silencio, abramos la escucha, encarnemos la confianza y demos los pasos que aparezcan claros en el horizonte Aquel que nos lleva a la luz aquella luz que es una sonrisa que ilumina el cielo, que es una fuente de paz que nos inunda y nos baña. La creación del propio jardín requiere aceptar un proceso: Aceptar el ritmo propio de cada giro y cada materialización, respirar y prepararnos biológicamente para acoger cada cambio sutil y nombrarse Creador, arquitecto y barrendero. Máxima autoridad de mi reino. Me preguntas cómo se “practica el sexo tántrico”
Te explico algunas cosas sobre cómo lo veo yo Lo verdaderamente básico del sexo tántrico (y del masaje tántrico también) llámale así, llámale x, llámale j, aquello que realmente abre el espacio para que pueda acontecer y lo conforma No son técnicas ni prácticas No se aprende en libros ni en cursos Las técnicas y las prácticas pueden acompañarte a sembrar una intención, a Ver algo más profundo, mas nunca sustituirlo. Lo que realmente importante Es la certeza la visión clara y sentida de que en este cuerpo y en aquel habita una conciencia que observa y experimenta ser escucha Abierta de cada latido, cada expiración... Todo percibir las olas de energía que marejan nuestros cuerpos. De repente un intenso oleaje, de repente sobreviene una calma... Prestarles atención, permitirlas, abrirse a ellas y dejarlas morir en la orilla cuando así suceda. No se pueden forzar las olas, y es inútil intentar retenerlas No se trata de surfear la cresta de la ola más larga del mundo. Se trata de gozar el mar en toda su inmensidad. Gozar todas las fases y darse cuenta de las propias resistencias Y respirar Profundo Unificando poco a poco la respiración con el pulso de la vida Abriendo las puertas de par en par al gozo Llenarse de aire hasta expandir las fronteras conocidas Abrirse Abrirse ... Si me toco, te toco, si tocas o me tocas, Ojalá no falte esa percepción de lo intangible. Que todo sea ofrenda. Todo. Ofrenda a la vida Al gozo, a la alegría, a cada uno y a la experiencia en sí Que un ritual puede inventarse de infinitas formas. Crear el cielo en la tierra Cada roce un rezo Cualquier toque, profundo, sutil, rápido, lento... que sea un regalo y esté al servicio de aquello que está más allá del cuerpo Y late a través del cuerpo, manifestándose, experimentando... Un estar al servicio del pulso de la vida que nos atraviesa y se despliega Una escucha abierta Un regalarse y regalar Abertura Un acoger lo que experimente el otro Con compasión gozosa Sentir alegría infinita por tu exalación y tu abertura Sentir respeto y amor por tu tensión o encogimiento ... Abrirse Abrirse Es posible abrirse hasta el infinito Gozando la disolución Un instante sin tiempo Habrá que volver poco a poco Disfrutando, ojalá, del aTerrizaje Aún más encarnado que antes Si cabe Para proseguir con otros quehaceres Igualmente hermosos . Foto: Karin Rosenthal Estos días estoy aprendiendo a Mecerme en el Vacío fértil
A Reposar en el destello de Luz que atraviesa la incertidumbre mundana A bañarme en la Fe A Crear ese baño diario y hacer de él un Ritual Honrando la Escucha del Pulso de la vida Cada Giro tiene Su tiempo Lo acojo Abriéndome Siendo el giro y el centro en quietud Preparo mi Mirada para el florecer de las cosas Quiero verlas Nacer y Abrirse Cuando nazcan Y nacer con ellas Y ser Abertura una y otra vez con cada una de ellas Voy allí a oler la primavera y regreso, quiero ver como todo Acontece. Sin saltarme ni un paso. Quiero ser partícipe de cada Instante. Mientras tanto me quedo aquí Bañada de Fe Qué espacio de paz más Amoroso Cuando sea primavera aquí Y me encuentre abierta entre miles de flores abiertas Os contaré como sucedió Y os Invitaré a venir conmigo Mientras tanto me quedo aquí Encarnando la fe Y siendo giro Creador Soy el epicentro del terremoto y aunque el movimiento me despeina Sigo Aquí Donde quiero estar Y no sigo aquí por arte de magia Si no porque lo decido y me sostengo Con mis prácticas y mi aliento Me Abro al Giro y me dejo girar Observando como se colocan las cosas en sus nuevas ubicaciones observando lo que se va Las grietas los brotes nuevos y las poncellas... Todo a Su tiempo Yo en el mio A ratos pienso que me voy a marear de tanto giro Y abro un espacio donde Ver con claridad En medio del epicentro En el vértice del giro Lo ocupo todo Silenciosamente Y Todo es confianza Ahí puedo descansar en ese instante sencillo Y permito que las actualizaciones sutiles me acontezcan. Honro ese poder dándole espacio en mí. Me levanto y hago lo que tengo que hacer. El tacto es la vía más rápida que conozco en mí para crear el silencio, parar el tiempo y rezumar paz y amor.
Es mi práctica más sincera. Te acompaño a ese claro en el bosque. Soy testigo de la creación de fisuras por donde entra la luz hasta colapsar esta realidad y diluir las certezas. Sólo queda el aliento de la vida. La pulsación del amor. Todo se aquieta. La práctica es recorrer el camino, recorrer el camino, recorrer el camino... La visión no me la traen los ojos. Brota en el espacio silencioso que creo en mi interior. Cuantas veces haga falta, me sentaré allí, donde nace el mundo Para acallar el ruido Para observar el amanecer de las cosas Para ser paz Para levantarme y hacer lo que tengo que hacer Con sumo gusto Vivir es intenso. Nos llevamos a la boca este y aquel alimento para sentir menos, para dejar de sentir la intensidad en su magnitud actual. Miramos a otro lado de mil formas, buscamos la distracción, lo que sea para sentir menos la intensidad... pantallas, ocupaciones, redes sociales, ligas y mundiales, trabajos, novelas, preocupaciones... Cuanta más resistencia, más intensidad. Cuanta más abertura, más suavidad. Todas las distracciones acaban. Y aparece la Ansiedad para encontrar nuevas distracciones, nuevos sedantes que hagan la vida más soportable, deprisa. Somos capaces de vivir la intensidad plenamente, y somos capaces de abrirnos, respirar y suavizar. Si escogemos llevarnos a la boca tal o cual alimento para sentir menor intensidad, es por costumbre, por hábito y por pereza. Cada distracción de la índole que sea es cultural, aprendida y es Nuestra responsabilidad. De niños mamamos lo he hay en el entorno. Después toca decidir qué llevarse a la boca y cuando, de qué fuentes beber, y a dónde mirar. Porque para abrirse hace falta ser presencia Y para ser presencia es necesaria una íntima decisión. Un Sí. Por suerte el cuerpo habla y sube la voz para que amplifiquemos la escucha. Por suerte nos hablan las plantas, las piedras, la noche y el rayo de sol de la mañana. Habla el silencio. Por suerte, pese a la sordera cultural está el pulso de la vida que no calla ante nada ni nadie. Cuanta más abertura, más suavidad. Las flores nacerán igual. De cada uno depende ser tierra tierna que acoge el brote y se despliega y transforma con él, o asfalto que terminará quebrándose para ser atravesado por la vida. Ninguna actitud es eterna. El sí es diario, es instante a instante. La abertura se decide en cada inhalación y en cada expiración. Y cuando no se decida, se decide sin darse cuenta subir el volumen de la intensidad, Esa Tan humana. Rendirse a la sabiduría del cuerpo A su capacidad de pedir y escoger Afinar la escucha sutil Y ser fiel a lo escuchado actuando en consecuencia Me parece el camino más suave y eficaz para cuidar de nuestra salud. Disponerme a soltar todas mis durezas, mis resistencias, mis ruidos, mis construcciones de carácter. Desnudarme de toda pose y conocimiento. Ser la abertura donde todo puede brotar sin más aviso que el pulso de la vida. Ser materia permeable por donde se filtra la luz y el amor a borbotones para acunarte en el regazo cósmico y ojalá Experimentes esa pertenencia Esa unidad Esa belleza reconfortante que ablanda y diluye Ese instante eterno que deja la huella de la dulzura en el corazón, y el milagro de la esperanza en la mirada. ❤️ La vía del tacto Abrirse hasta la disolución
Ser flecha de amor surcando los cielos, creando universos, parirse, dejarse fecundar por el instante. Parir lo que quiere nacer. Bendecir y decir adiós a lo que apaga su pulso. Dejar de ocultarse al mundo es tan difícil como percibirse a una misma desvelada y plena. Misma experiencia. Tan difícil entre tanto ruido. Tan inevitable en ese instante silencioso que se da espontáneo. Tan amoroso en ese silencio vasto que abro y sostengo en presencia. Tantas veces como regrese el velo Tantas veces que crearé el espacio de silencio en mí desde donde pueda atravesarlo en paz amorosa. Atravesar el velo es sin duda ir hacia la luz. Mientras juegue encarnada Tantas veces como haga falta Hasta que no falte nada Y todo sea en paz Quietud entre dos tierras. Las olas desplazan mi cuerpo. Ya llegué, y no me he ido. Soy abertura a todo lo que va a florecer este otoño sin arena, soy abertura también a las raíces que preparan el despliegue, a los brotes frescos, y a los relámpagos de luz que piensan atravesarme sin más aviso. El aviso ya fue dado hace tiempo y sólo queda permitir Y danzar Las nubes anuncian tormenta. Vamos a mojarnos y a estremecernos de miedo con los truenos. Aceptemos lo. De nada sirve huir. Vayas donde vayas encontrarás días grises y cielos encapotados de un día para otro. Podemos enfadarnos porque nos gustaría que haga sol y mar calmada, mas esto no hará que se abra el cielo. Va a llover hasta que no quede agua, hasta que se llenen los rios y los pozos, hasta que sueltes esa lágrima que tienes atravesada en la garganta por fin. Busquemos un sitio amable donde recogernos, rendirnos y silenciarnos hasta que pase el temporal. . Hasta acoger en paz la oscuridad no podremos ver la luz en cada rincón Atravesándolo todo. Al masaje y a la práctica todos venimos a mudar la piel,
a desnudarnos de la estructura rígida que hemos creado, a renacer con una piel fresca y permeable, sensible, donde sentir la vida plenamente. |